sábado, 6 de diciembre de 2008

Una carta de ....

¿Cómo decirte todo lo que me haces sentir? ¿Cómo expresar tanto con unas simples palabras? Ni siquiera soy capaz de imaginar lo que podrías llegar a conseguir con una simple mirada. Me has dado la vida, quitado la razón y has hecho trizas todo lo que pensaba acerca de una relación. Como dicen por ahí, nunca niegues nada eternamente, porque te puedes encontrar que unas nuevas circunstancias de un solo plumazo lo borren todo sin dejar ni rastro. Y es que nunca pude haber imaginado que una persona fuera a ser capaz de hacer lo que has hecho tú en tan poco tiempo. Y, aunque he empezado a conocer el otro filo de la navaja, en el que no todo es color de rosa, ya no me puedo ni imaginar, ni quiero, pasar mi tiempo con otra persona. Al principio impenetrable, me hiciste pensar que no podría llegar a tiempo, pero te fuiste abriendo (muy poco a poco) dejando entrever la maravillosa madera de la que estás hecha, un corazón de oro, una cabeza que es una joya y una forma especial de ver las cosas que nunca pude imaginar en una persona. Inteligente y audaz, sincera y cariñosa a tu manera, espectaculares ojos brillantes coronando esa carita de niña pequeña que hacen de tus labios toda una tentación, para mi vista y también para mi boca, corrígela si se equivoca. Es imposible que te pueda decir todo lo que eres con simples palabras, porque no hay palabras, ni hechos, ni nada que pueda representar lo que yo siento por ti en estos momentos. Podría gritar a los cuatro vientos, sin temor a sentirme pequeño, que te quiero con todas mis ganas y que sin ti me siento como vacío y sin dueño. Porque eres la savia de mis entrañas, el motor de mis pensamientos y la dueña de mis sentimientos, ¿cómo es posible todo esto y en tan poco tiempo? Ahora me parece que todo tiene un sentido, que mi vida ha cobrado una nueva dimensión gracias a todos tus encantos, tus abrazos y tus pequeños besitos soy una nueva persona llena de ilusión y de proyectos, más íntegra y amable, más comunicativa y más sana, tanto física como psíquicamente, en fin una mejor persona. Quiero que sepas que cada vez que te veo es como si fuera la primera vez y no miento cuando digo que si tu voz resuena en mis oídos, yo me muero con cada sonido, así cuando cantas, así cuando susurras, cuando ríes y es sólo porque deseo estar contigo. Es una sensación de alivio, como una reacción de desahogo, cada vez que tus labios rozan mis mejillas, sabiéndote dueña de todo. La alegría se apodera de mi alma, la felicidad se adueña de todo mi ser, en cuanto salgo de mi trabajo y sé que puedo volverte a ver. Cómo se puede amar tanto a una mujer, yo no lo sé, lo vivo y lo certifico, lo disfruto y lo quiero compartir a cada minuto con todo el mundo, con el universo y por supuesto, contigo, testigos incondicionales de mis más profundos secretos.

Te quiero chustilla.

0 comentarios: