miércoles, 30 de julio de 2008

La Justicia de la vida

Como a través del espejo del alma veo transcurrir esta obra que es la vida, una que algunas veces nos provoca y que en otras nos irrita. Una que sin pudor nos despoja de los preceptos que hasta entonces defendíamos con el puño en alto y la mirada fija. No soy quien para juzgar, ni tampoco para opinar sobre lo que no alcanzo a entender, pero creo en la Verdad y creo en la Justicia, no en la que nos venden, sino en la de la vida.

Break on through (to the other side) The Doors (1970)

martes, 29 de julio de 2008

Provocación

Provocar, me provocas. Cada vez que me miras, cada sonido de tu garganta, cada movimiento de tu boca o cada uno de tus suspiros, consiguen atrapar la atención de cada uno de mis sentidos. Como la vista cada vez que te admiro, como el oído cada vez que me cantas, como el olor a las noches contigo y sobre el tacto es que ya ni te digo, y qué decir del gusto que, para qué te voy a contar, de momento sigue siendo mío.

...A...

lunes, 28 de julio de 2008

País del olvido

Adónde irán las palabras acalladas? Adónde van los besos relegados? Adónde, si es posible saber, irán las caricias desechadas? Me gustaría conocer el país de las cosas olvidadas, pasto de las carcomidas agujas del tiempo, debe ser un lugar para el reposo del alma. Tierras vastas del pensamiento, agujeros negros de la memoria donde todo pudo ocurrir pero nunca ocurrió. Amores olvidados, congelados en algún lugar de nuestra mente, son ahora recuerdos lejanos, de un siglo o más. Experiencias embriagadoras convertidas en imperfectas piezas de un puzzle que no puedes terminar, o quizá sí, pero eso no lo sabrás. Analizando el presente nos asaltan a la mente vagos recuerdos impertinentes, de esos que nunca se acaban de marchar, como un deschonchón en la escayola o una humedad en la pared (...) Esa es la vida, sin billete de vuelta, sin retorno, sólo de ida, es un ínfimo ahora que pronto será el recuerdo de un antes y el preludio de un después que nunca llegará a ser.

miércoles, 16 de julio de 2008

Una pincelada...

Con las alas totalmente abiertas y sin saber volar, como un pájaro valiente me entrego a la mar. El olor a lo desconocido inunda ahora mi mente que bajo las estrellas reposa desnuda, encendida como siempre, mientras la fresca brisa marina acaricia mi secreto, recorriendo cada milímetro de este cuerpo infinito. Así voy descubriendo la mañana de tu cara, el atardecer de tu vientre o el ocaso de tu pecho, que cada noche dibuja la firmeza de mi lecho y escucho el sonido de las gaviotas, apenas perceptible desde lo lejos, susurrándome palabras que me abrazan en silencio.

...A...

viernes, 11 de julio de 2008

martes, 8 de julio de 2008

Historia de un sentimiento

Una pena me aflige y, atravesando mi cuerpo dolorido, me recuerda todo lo efímero de este puto sinsentido. Maldita sea la emoción que más oprime y que más desgasta, que arrasa con la alegría, invadiéndome (ay...!) hasta el alma -un porro "pa" mi garganta- La cosa se matiza, ya no es tal la paliza, comenzamos a superarlo virando hacia algo más liviano. La brisa de la noche parece limar lo que llagaba mi pensamiento -una llamada- Y todo se descarga, la insoportable levedad del ser que hasta entonces me aplastó, recobra su forma habitual y se materializa en la razón.

...A...

jueves, 3 de julio de 2008

A mi madre...

Felicidades mamá... (no puedo esperar)

Madre porque me pariste, me criaste y ahora años hará treintaytantos que entre tus brazos me meciste. Los mismos que se abren de par en par si me ven aparecer y que, cuando nadie me puede animar o alguna pena me aflige, sin pedirte que lo hagas siempre lo consigues. Porque me supiste escuchar y me ayudaste, cuando ni yo mismo era capaz. Porque me quisiste cuando menos lo merecía y me consolaste cuando más lo necesitaba. Porque me diste esta vida que tengo y sin ti no sabría ni dónde está el cielo. Porque eres la persona más importante para mí, y no sabría expresar cuánto te quiero. La que mejor me conoce y la que más se preocupa, pero no pasa nada mamá que hoy no tengo "pupa". Y ésto que desde mi corazón te digo no es por ningún motivo, sólo que mañana es tu cumpleaños y lo quiero celebrar contigo.

Chico.

martes, 1 de julio de 2008

Sevilla en agosto

Ohjú que caló, pisha! Vete por la sombrita, miarma! Caen papas asás, ompare! Ehto eh Sevilla y eh lo que hay! Ay qué caló, mushasho! Todo este elenco de expresiones propicia actos tan saludables como la tan veneradísima siesta, después de un buen gazpacho, por supuesto. Estamos en verano y dejamos atrás las agradables tardes primaverales para aventurarnos por las alturas del mercurio, escalando grados a un ritmo frenético. Los días se hacen largos, casi eternos, dueños del tiempo, la luz y de los veladores durante las cálidas noches del estío. Contrarrestamos los sudores con unas cañitas, pero bien fresquitas, porque si no es que no entran ni con saliva. Encerrados los calcetines, ellos no disfrutarán de las caminatas por la arena y, condenados al exilio, serán cautivos del armario mientras las sandalias serán liberadas abriéndose paso entre multitud de botas y abrigos, hasta nuevo aviso. Entre idas y venidas, agobios y aire acondicionado, calores y más sudores los sevillanos pasaremos el agosto entre pinto y valdemoro, entre la ciudad y la playa, las piscinas y las albercas. Buscaremos el fresquito cuando no en un botijo, búcaro o mojito, en el rítmico aleteo del brioso abanico. Artilugio para refrescar el rostro y poco más, que en épocas pasadas acopió un sinfín de seducciones y alusiones, secretos aireados tras la opacidad de su país de tela, y que ahora te venden pintados a mano, por las dos caras y tres a diez euros, oiga, toda una ganga. Mientras los gorrillas mueren de agonía, el éxodo masivo deja más huecos de los habituales y a 40ºC a la sombra ya no hay quien soporte los envites de esta caló, que borra a los perezosos y haraganes de las calles, quedando tan sólo el recuerdo de lo que fueron cuando, asfixiada de coches, ruidos y malos olores, la ciudad se debatía entre las imprudencias de los conductores y la insensatez de los peatones. Sevilla-en-agosto-es-una-maravilla, sabiendo guardar la siesta en lugar seguro, para volver a asomarse en cuanto espabilan las bombillas.