lunes, 28 de julio de 2008

País del olvido

Adónde irán las palabras acalladas? Adónde van los besos relegados? Adónde, si es posible saber, irán las caricias desechadas? Me gustaría conocer el país de las cosas olvidadas, pasto de las carcomidas agujas del tiempo, debe ser un lugar para el reposo del alma. Tierras vastas del pensamiento, agujeros negros de la memoria donde todo pudo ocurrir pero nunca ocurrió. Amores olvidados, congelados en algún lugar de nuestra mente, son ahora recuerdos lejanos, de un siglo o más. Experiencias embriagadoras convertidas en imperfectas piezas de un puzzle que no puedes terminar, o quizá sí, pero eso no lo sabrás. Analizando el presente nos asaltan a la mente vagos recuerdos impertinentes, de esos que nunca se acaban de marchar, como un deschonchón en la escayola o una humedad en la pared (...) Esa es la vida, sin billete de vuelta, sin retorno, sólo de ida, es un ínfimo ahora que pronto será el recuerdo de un antes y el preludio de un después que nunca llegará a ser.