viernes, 5 de septiembre de 2008

UN ROCE BREVE, FUGITIVO...

Un roce breve, fugitivo
como el ala de una mariposa
hizo arder el aire en un instante
entre tu cuerpo y el mío.

El universo se ocultó a mis ojos

y se encerró en un latido.
Tus miradas se volvieron mares
y sus olas mecieron mi destino.

Para siempre, un instante,

que ninguna muerte extinguirá,
mientras te ame.

Clara Díaz Pascual