viernes, 19 de octubre de 2007

Hoy estoy cansado, muy cansado,
una tenebrosa mano atenaza mis entrañas,
como si en ello le fuera la vida,
aprieta sin compasión la textura de mis fluidos,
envilece a cada suspiro arrebatándome el aliento,
ahogándome el sentimiento de puertas para adentro.

Y no es castigo ni escarmiento,
será mi sensata locura, la que nunca tuvo cura...
la que representa cada mañana el motivo de la sinrazón,
el color de mi interior cuando no siento ni padezco,
cuando por tus besos me combato en una lucha sin cuartel,
si no caigo me despierto y, si ya no estás, me arrepiento...

Pero me alegro, la respuesta es sincera,
en fin, yo, para quien me quiera,
que ya no existe telón de acero, ni la meca, ni el infierno,
ni los mares ni los océanos, ésto es tan sólo un sueño
de mentiras y de deseos, de pasiones y de anhelos,
piña de confusión donde luchan nuestros miedos...

Es patética la estampa, sólo sé que no sé nada,
que vaya donde vaya me seguirás con la mirada,
sin caución, porque para eso ya no hay motivo,
fue, pretérito perfecto de indicativo, me miro,
ya no existe el dolor, mentira, esto lo digo con perdón,
no sintiendo pena, ni mucho menos compasión.

Lo que hay es mucha verbena, con petardos,
cohetes y luces de color, todo son flores de papel,
que con el agua van cayendo, llorando, riendo
con el viento, pura parafernalia con las horas contadas
que a poco se va diluyendo colma de mierda a la noche,
un puro derroche de talento, pero no es cierto, lo siento.

Es orgullo y simpatía, es desazón y melancolía
lo que me asola cada día, sin sincronismos ni melodías,
sin descanso ni armonía, con el pecho abierto
y las alas abatidas, (...)

...A...