martes, 18 de diciembre de 2007

Ausencias II

Una leve brisa le estremecía la cara,
pálida, deshojada, pura la pasión,
vibrantes líneas del latir del corazón,
deseo de poseer aún su luz más clara,

rogando a su arrogante alma que la despertara,
pensando redimir la dulce sensación,
que antaño le cortaba la respiración
hoy la golpea canalla como una vara.

Inconmensurable sentimiento es verla feliz
como a través de un soneto de verso alejandrino,
ahora, cuando vamos tornando hacia otro matiz

sintiendo aqueste olor prometedor del camino,
emanado mediante un extravagante desliz,
sin pensar lo singular de este vago destino...

...A...