Como un profundo suspiro
sobre el pantano de tu lecho,
resisto, erguido y derecho
en el fango del olvido.
Misterioso ánimo me acompaña,
como cuando todo es novedoso,
siendo amable y voluntarioso,
de esta forma tan extraña.
Es este temor y esta excitación
que me divierte y me provoca,
lo que me empuja hasta tu boca
como divina invitación.
Sensación que me desborda,
abrazado a tu persona,
me lo noto y me acojona
*se me nota y me lo notas.
Mi médula vibró a morir
cuando esos besos te robé,
¿cuántas margaritas deshojé
el día aquel que te conocí?
Ahora, no desfalleceré,
aguardaré paciente el momento,
y no cederé a ni un sólo lamento
hasta que fuera menester.
* del verbo acojonar: 2. tr. vulg. Impresionar profundamente, dejar estupefacto.
...A...