jueves, 13 de marzo de 2008

El origen de...


Primavera

Parece que la primavera se acerca con todo lo que acarrea. Las sentadas relegadas a los cafés durante el invierno se abren paso a las templadas temperaturas vespertinas con el característico olor que se hornea en los naranjos, destilados por la flor del azahar que renace, cada vez antes, en las aceras de nuestra ciudad... Ya es primavera en Sevilla, y no en El Corte Inglés como nos quieren hacer creer, y esto es jauja. Las chanclas se multiplican, las alergias se ceban con los menos afortunados, los guiris abarrotan calles y plazuelas, todo comienza a tomar otro color. Color, el color del cielo, el color del tiempo, el color del amor... Todo florece o se transforma, el día se hace más largo y los cortejos más dulces, alargándose desafiantes las miradas, volviéndose amables y curiosas, tiernas y amantes, sedientas y luminosas. Abrazadas a la piel se vuelven más que revoltosas, pero eso siempre es buena cosa. Todo ésto, y mucho más, porque es época de amar, para ser feliz y no llorar. CARPE DIEM ;)

martes, 11 de marzo de 2008

A Isaías Carrasco, última víctima de la sinrazón

Éstos han vuelto a matar. Un crimen cobarde, en las vísperas del 9M, que pasará a los anales de la banda como el más traicionero y marrullero en la página de su historia. Ha matado a un obrero, a un trabajador que regresaba a casa con su mujer y una de sus hijas, la mayor, Sandra, que ha demostrado que cuenta con toda la fuerza con la que su padre defendió la LIBERTAD y la DEMOCRACIA. Todo un ejemplo de entereza y del saber hacer, del indestructible poder de la VERDAD sobre la mentira que cobardemente esgrimen en pos de nosequé ideales independentistas. ¿Por qué luchan? ¿Por quién luchan? Es que no se dan cuenta que nadie, repito, NADIE les quiere en este país, incluso en el que ellos defienden como suyo, donde matan a sus propios hermanos. Al igual que un animal acorralado, que ataca a traición, vive encerrada en el pasado, porque en el presente de este país ya no tienen cabida, la prueba está en que el nacionalismo vasco ha caido en las tres provincias, dejando paso a la rosa socialista, símbolo de apertura democrática; el propio pueblo vasco ha hablado bien, alto y claro. A ver si se enteran y entregan de una vez y para siempre las armas, esas que demuestran que aun conservan intacta su lado animal (sin ofender a los animales, que ellos no matan a placer) y primitivos instintos asesinos. Desde aquí quiero homenajear a Isaías Carrasco, que dio su vida por la LIBERTAD, por la verdad, por sus ideales, por sus creencias, por su familia y por todo el país en general. TODOS SOMOS ISAÍAS.

“Contra la violencia, PAZiencia”.


In memoriam 11M - 191 víctimas en el mayor atentado conocido en nuestro país. Hoy se cumplen 4 años de la barbarie.

jueves, 6 de marzo de 2008

Sólo un instante...

Hay días que ocurren cosas inesperadas, increibles, que le dejan a uno vivo. Ha sido de vuelta a casa, en una noche de esas que no estamos para fiestas y el poder de la responsabilidad puede sobre el de la cerveza, que no es poco. Iba caminando con Tango, hacia las postreras del día, por la calle Trajano, cuando vino a mis oidos el lejano cantar de un fandango. Echando la mirada atrás descubro que es un personaje de esos que abundan por el barrio, sin techo, sin hogar, sin comida pero con sangre. Y no vean cómo las gastaba cantando, he reducido el paso para no perderme el espectáculo, ya que esos momentos son mágicos y no hay que desaprovecharlos. El hombre avanzaba cantando, iba solo, le envolvía la alegría y eso se contagia, se pega. Al punto que me adelantaba le he saludado y le he soltado, -ole, qué arte niño!- a lo que me ha preguntado si me gustaba el cante, ¿cómo no iba a gustarme algo que sale de tan adentro? -le he respondido- y hemos continuado juntos en un momento claro de nuestra existencia, charlando sin apariencias, máscaras fuera. En agradecimiento a mi incursión, el hombre me ha preguntado por mi palo favorito, a lo que le he respondido con otro fandango. Dicho y hecho, o mejor, cantado. Me ha regalado con una de sus canciones, como si me conociera de toda la vida. El hombre en cuestión era gitano, de Madrid, del nacionalmente conocido barrio de Vallecas, acababa de cumplir nueve años de condena e iba cantando por la calle como si la vida no fuera con él o, al contrario, llevara toda la vida dentro. A mí me ha impactado y aquí doy cuenta de ello. Hay cosas en la vida que se resumen en tan sólo un instante. Ole, por ese gitano..!