jueves, 15 de noviembre de 2007


Paciencia

Como un profundo suspiro
sobre el pantano de tu lecho,
resisto, erguido y derecho
en el fango del olvido.

Misterioso ánimo me acompaña,
como cuando todo es novedoso,
siendo amable y voluntarioso,
de esta forma tan extraña.

Es este temor y esta excitación
que me divierte y me provoca,
lo que me empuja hasta tu boca
como divina invitación.

Sensación que me desborda,
abrazado a tu persona,
me lo noto y me acojona*
se me nota y me lo notas.

Mi médula vibró a morir
cuando esos besos te robé,
¿cuántas margaritas deshojé
el día aquel que te conocí?

Ahora, no desfalleceré,
aguardaré paciente el momento,
y no cederé a ni un sólo lamento
hasta que fuera menester.

* del verbo acojonar: 2. tr. vulg. Impresionar profundamente, dejar estupefacto.

...A...