lunes, 1 de diciembre de 2008

Reflexiones

Correr, andar rápidamente y con tanto impulso que, entre un paso y el siguiente, quedan por un momento ambos pies en el aire. Y en el aire estoy yo, con un poco de escepticismo y un mucho de expectación. Hasta hoy siempre he soñado lo que quería, perseguido lo que soñaba y alcanzado lo que tanto deseaba, por eso mismo, porque lo soñaba. Es importante alcanzar los sueños, uno se siente de repente distinto, como si te engullese una enorme nube haciéndote elevar los pies del suelo y estremeciendo los cimientos que hasta ahora se erguían firmes. Y aunque después de todo lo que hay construido es fuerte y no puede venirse abajo por un instante coyuntural que no es más que un simple punto de inflexión, comienzas a sentir de otra manera, a querer distinto, a soñar que vuelas dejando atrás muchas decepciones y fracasos, saltando sobre el abismo de la vida con el paracaidas de la confianza sin el menor atisbo de dudas. Con la naturalidad que confiere una decisión tomada en el momento oportuno, así me hallo oteando el horizonte, con la mirada puesta en el presente sin perder de vista el futuro, pero sin olvidarme del pasado. Continuará...

0 comentarios: