De la noche ciega y oscura
a la lucida mañana y su marea,
sangrante caudal de verborrea
amanece exultante en mi locura.
Un ave certera apresa su captura,
la arena se queja, capa fina de pena,
y la noche adelanta su condena
desgarrando el cielo desde la altura.
Despojada la playa de su color siena,
tierra de sus antaños a ras de la luna,
reniega de sus raíces pereciendo en la duna
y sobrevuela la orilla rumbo a la arena.
...A...
Caballo viejo.- Simón Díaz
Hace 8 años
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