domingo, 10 de junio de 2007

¿Cuánto cuesta un sueño?

Era de noche y el cielo presagiaba recuerdos, recuerdos muy halagüeños de risas y movidas, no cabían la tristeza ni el temor, sólo las nubes de la alegría traídas por el viento de tu amor. Apareciendo de la nada, con la fuerza de mil volcanes, arrasando todo con lo que te topabas siendo, como si nada, el centro de todas las miradas. Miradas lanzadas, miradas furtivas, atravesadas, sinceras y buscadas, no sé hasta cuando esta encrucijada. Cierto es, sin temor a equivocarme, que eres la mayor ilusión que jamás pudiera encontrarme; digo ilusión, porque es ilusionante, la sensación que me produce nada más mirarte, contemplarte y admirarte. Aunque pudiera ser disparidad, es decir, imagen o representación, carente de realidad, sugerida por mi calenturienta imaginación. Una cosa es cierta, como la mañana de tu cara, la tarde de tu espalda o la oscura noche de tu pelo, y es que no vivo sin verte, ni sueño sin quererte y no quisiera morir sin besarte, aunque sólo fuera soñando y sólo eso, un beso, de ensueño, cueste lo que cueste.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

no encuentro palabras....no encuentro palabras.... ¿donde están? no encuentro palabras....